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Lo real desbocado

Por Carlos Vercelli

En "La Tercera" hay una expresión de Lacan muy conocida: "lo real puede desbocarse". Expresión que cobra sentido cardinal en el contexto pandémico y de aislamiento forzoso de casi toda la humanidad.

¿Qué significa desbocarse lo real? ¿Hay un real que no se desboque? ¿El (o la) Covid-19 es un real desbocado?

En principio desbocarse alude a un soltarse las riendas, a que eso desbocado va para cualquier lado como loco, que perdió conexión con aquello que lo sujeta y que los efectos van por delante de los presupuestos. Es decir: en ese desbocarse, lo real está fuera de ley.

El discurso del amo, que es el del inconsciente, desde sus representantes en la ciencia intenta recuperar el control de ese real. Y es lo que se espera con ansias: un saber que lo atrape y que dicte de una buena vez un manual de instrucciones oficial. Que las cosas vuelvan a andar y caminemos sobre suelo seguro.

Lo real tiene la dimensión de un acto y su expresión y sanción no puede entreverse sino a través de fenómenos de discurso, no hay otro modo. Hoy el significante amo, lo que se escribe y se impone, es el (o la) Covid-19, un virus que desgarra la esfera, un ente "in vivo" (también podría valerle un tristemente "entre-dos-muertes") cuyos efectos son desbocadamente reales por la certidumbre de imprevistos a lo que nos sumerge. Las redes estallan: se multiplican los audios y posteos de infectólogos reconocidos -y no tanto- con nuevas alarmas que contradicen supuestos anteriores, los barbijos sí, los barbijos no, las nuevas y viejas curas y aquellas postergadas para el indomable virus, las fakes new, las cadenas de oraciones, los memes... En fin, fenómenos de discurso que acusan lo inaprensible de lo real y que no necesitan de un virus para hacerse presentes porque lo que no cesa de no escribirse no deja de señalar allí donde las cosas no andan.

Lo real desbocado es entonces lo que ha dejado de obedecer. Dice Lacan en "La Tercera" que el psicoanálisis debe combatir lo real, no desembarazarse de él. Si esto sucediera, advierte, el psicoanálisis será un síntoma olvidado y sobrevendría la verdadera religión.

Combatir lo real es orientarse por él y no inflarlo de sentido. Hacerlo presente para despejar las ilusiones que lo soportan.

¿Cómo tomar posición analítica cuando la Cosa supera la capacidad de montaje? Sin dudas sosteniendo nuestra ética con los recursos posibles y disponibles a pesar de los inconvenientes que nos presentan.

Psicoanalista - Responsable del CID-Junín (Pcia. de Buenos Aires).