Entrevistas

Sentidos de una época de consumo desaforado

Por José Manuel Ramírez*

Ernesto Sinatra publicó el libro Adixiones, en plena pandemia, cuando la forma en la que el mundo andaba encontró un freno apenas temporal. El diagnóstico es el empuje "desaforado" al consumo, lo que el autor --psicoanalista miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana, de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y director del Instituto TyA (Toxicomanía y Alcoholismo) del Campo Freudiano-- denomina el "circuito maníaco-depresivo del consumo" y el acento de su nuevo trabajo está puesto en la singularidad de cada sujeto, al que --subraya-- el mercado "transformó en 'consumidor' mientras intenta controlar con algoritmos. La satisfacción autoerótica, el vacío y la sexuación son algunos de los temas que aborda en esta entrevista.

--El título de su nuevo libro es “Adixiones” con esa sugerente “x”. ¿Por qué esa grafía? ¿Qué dice esa “X”?
--La época actual emplea ‘adicciones’ como una llave para todo uso: hoy casi todo cae bajo esa denominación. Esa ‘x’ que he introducido intenta perforar, para luego interrogar lo que el término de ‘adicciones’ banaliza en su generalización; ADIXIONES -con X marca el enigma indeleble de la singularidad en cada uno, sus gustos, satisfacciones, excesos, que diferencian a cada sujeto de ese que el mercado transformó en ‘consumidor’ y al que intenta reducir con sus algoritmos para anticipar sus conductas.

--¿Cómo definir la subjetividad de esta época tan marcada por la adicción?
--En esta misma línea, el estado actual de la civilización está determinado por un empuje desaforado al consumo, bajo el imperativo de la satisfacción autoerótica. El efecto producido impacta de un modo maníaco-depresivo en la subjetividad; una analizante se presentaba con esta frase: “…vivo drogada pero no consumo drogas soy así no puedo parar nunca…”

--Hoy en día ¿cualquier cosa puede convertirse en adicción?
--Adixiones recuerda que cada acción humana puede transportar una satisfacción, y no es preciso buscar siempre la substancia que intoxique. Aquí yace el secreto que determina -lo que denominé- el ‘circuito maníaco-depresivo del consumo’ y es que el goce siempre es tóxico: hay algo tóxico en la subjetividad, en su constitución misma y es producido por una inadecuación de la sexualidad en la especie humana. La época actual lo muestra más que nunca: no hay nada natural, instintivo —ni religioso— que asegure un programa de goce predeterminado para los sexos… ¡ni siquiera los sexos están garantizados! Nunca como en esta época se ha hecho tan evidente que la sexualidad se construye, se decide… por eso Jacques Lacan habló de sexuación —y no de sexualidad— para referir la particular relación de los humanos al sexo.
Existe un vacío en lugar del goce sexual esperado (ese que aseguraría una complementariedad entre hombre y mujer, según el programa natural para la especie) y es allí donde el mercado hace su negocio: cada mercancía va al lugar de ese vacío de satisfacción plena ‘No llegó aún pero ¡el que viene sí será finalmente el objeto adecuado!’… Iphone 7; 8; 9;…x; pero el que finalmente será el adecuado ¡nunca llega!; es el vértigo de la producción. Es una maniobra de prestidigitación que realiza el mercado: el vacío de la existencia ha sido transformado en la falta del objeto adecuado; por eso ¡el sentimiento de pérdida se compensa con una nueva compra!… y así hasta la próxima vez: de la depresión a la euforia y retorno del circuito… La adixión a los objetos ‘goza’ (como se dice) de estas premisas.

--T y A significa Toxicomanía y Alcoholismo. ¿Cómo especificar o diferenciar la toxicomanía de las adiXiones?
--Por un lado reservamos las toxicomanías para designar la infiltración de substancias tóxicas en el organismo, mientras las adixiones verifican el principio de la toxicidad misma de la satisfacción por la que cualquier acción, decíamos, puede ser tóxica -a condición de marcar la singularidad del goce de cada cual y su correspondiente responsabilidad (a diferencia del mercado). Pero por otro lado las Adixiones constituyen el fundamento de las toxicomanías por la marca de esa satisfacción singular que produce cualquier conducta en ciertos casos, incluidas por supuesto el goce con las drogas químicas.
Por eso Adixiones, este nuevo término acuñado, se diferencia de las toxicomanías, pero además las incluye; es una ‘cuestión murciélago’.

--¿Qué efecto tuvo sobre usted mismo este nuevo libro con ese título tan significativo?
--Cada libro es una aventura que precipita luego de una investigación llevada a cabo durante mucho tiempo; pero éste tiene un agregado: ha sido finalizado y publicado durante la pandemia cuando en la cúspide del consumo, de repente, el mundo en bloque se detuvo, conmovido… y los efectos devastadores en la subjetividad, en términos de pérdidas de vidas humanas y deterioro de las condiciones de vida —sobre todo en los países más pobres— aún están por desplegarse.
*Psicoanalista. Editor Psicología Rosario12. Participante EOL Rosario.