El analista que vio lo femenino

Murió Gérard Pommier, prestigioso psicoanalista francés

Tenía 82 años, y residía en París. Escribió incansablemente y teorizó la caída del patriarcado como una revolución sin fin.

Gérard Pommier falleció el 1° de agosto, en París, a sus ochenta y dos años. Analista en París y en cada rincón del mundo donde se le ha supuesto dicho lugar vía la transferencia analítica. Escuchó analizantes en múltiples lenguas, las que hablaba y en las que escribía sus conferencias. Fue analizante de Jacques Lacan, y finísimo lector de Freud. Siguió la obra de sus maestros escribiendo incansablemente. Su deseo de escribir era más grande que él en tanto sujeto, cada día necesitaba escribir, durante ciertas horas, autor de pluma fina.

Nos deja su obra e innumerables recuerdos de su transmisión oral, simple, sencilla y extraída del suelo de la clínica en inter-juego con lo social. Disfrutaba del placer del chiste en su transmisión. Su humor fue brillante y respecto de la cura propuso además que "un chiste es equivalente a una curación."

Llevó adelante un fuerte compromiso político y revolucionario desde aquel tiempo de su participación en el Mayo francés, así como también me confesó que a sus ocho años ya era un panfletario en su Marsella natal. Sus planteos respecto de la caída del padre y del patriarcado dan testimonio de una revitalización de la sociedad, "se desinfla solamente la represión y esto da una liberación, donde otro padre no vendrá al lugar. Esto permite la revuelta y revolución sin fin del lado de lo femenino". Lo dijo en escena de transmisión oral en Rosario, y en el cuerpo escriturario de su último texto traducido al castellano Fémenin, révolution sans fin, Edición Pauvert, Paris, traducido y publicado en castellano por Paidós en 2018, Lo femenino, una revolución sin fin.

En innumerables ocasiones estuvo en nuestra ciudad transmitiendo el psicoanálisis. En 2015 recibió la distinción honorífica de Profesor Honorario en nuestra Universidad Nacional de Rosario (UNR), dictando una conferencia titulada: "¿Es la caída del padre y del patriarcado el motor de la historia?" allí enunció sencillamente que "El odio a lo femenino, eso viene del patriarcado".

Respecto de su trabajo en la escucha de las psicosis –se ha dedicado a alojar el decir psicótico-. Solía decir en conferencias: "Dar la palabra al psicótico puede dar dinámica al deseo y hasta puede hacer cambiar un diagnóstico. Sin esta chance del decir, hasta el diagnóstico puede ser falso y el pronóstico estacionario." Afirmaba que darles el lugar de "integrados" a los psicóticos, es una palabra débil. "¡Son príncipes del simbólico, crean la cultura, son hiper-sujetos!"