Clínica

¿Qué es una madre?

Por Solenne Albert

©Hensmans Catho : www.cathohensmans.org

El nuevo elemento clínico que introduce Lacan en el abordaje de la posición materna es disociar a la madre en cuanto madre, y a la madre en cuanto mujer. Jacques-Alain Miller, en su texto orientador «El niño, entre la mujer y la madre», indica: «la madre sólo es suficientemente buena si no lo es demasiado, sólo lo es a condición de que los cuidados que prodiga al niño no la disuadan de desear como mujer.»[1]

La madre es entonces quien tiene: es abundante, da, responde a las demandas…, le brinda al niño todo lo que tiene: su presencia, su amor, sus cuidados, su paciencia… Pero no es solo madre, es también una mujer: como tal, está deseando, está en falta. Allí donde la maternidad está marcada por un plus, por un «hay» –la feminidad está marcada por un menos, por un «algo me falta», deseo entonces esto o aquello… Como madre, el niño la satisface, pero como mujer, eso que la caracteriza, es que está en falta. No sabe todo, no está todo el tiempo disponible como para hacer tres jornadas en una, como para responder a cada una de las demandas del niño…

Es central que esta relación a la falta se mantenga y que el niño «no lo sea todo para el sujeto materno.»[2] Hay una condición de no-todo. El deseo de la madre, en cuanto mujer, debe divergir hacia, ser llamado por un afuera, por un más allá del niño, eso que se llama la función del Nombre-del-Padre. «La metáfora paterna, con la que Lacan transcribió el Edipo freudiano, no significa sólo que el Nombre-del-Padre deba poner bridas al deseo de la Madre a través del yugo de la Ley. La metáfora paterna remite, en mi opinión, a una división del deseo que impone que, en este orden del deseo, el objeto niño no lo sea todo para el sujeto materno. […] Y esto exige que el padre sea también un hombre.»[3] Se puede tomar aquí la referencia al Tartufo de Molière «no por ser madre soy menos mujer»[4] en donde se enuncia una división del deseo.

Es esencial que el objeto «niño no sólo colme, [pero que también] divida […], que la madre desee más allá del hijo. Si el objeto niño no divide, entonces, […] entra con la madre en una relación dual que lo soborna –para retomar el término de Lacan– al fantasma materno.»[5]

Sin embargo, no hay objeto susceptible de satisfacer el deseo. La madre no puede ser satisfecha, en cuanto mujer. El niño fallará en colmar a la madre, en cuanto mujer. Hay una hiancia entre el niño y la madre, como entre un hombre y una mujer. Y, en la clínica, encontramos las consecuencias, las maneras de reaccionar ante esta falta. Y constatamos eso que formula J.-A. Miller: «más colma el hijo a la madre, más la angustia, de acuerdo con la fórmula según la cual lo que angustia es la falta de la falta. La madre angustiada es, de entrada, la que no desea –o desea poco, o mal– como mujer.»[6] El Nombre-del‑Padre como el que prohíbe a la madre es una imagen anticuada y abusiva. La verdadera función del padre es que el niño no lo sea todo para la madre. Por lo tanto, no del lado de la prohibición, sino del lado del no-todo. Esta función puede, entonces, ser ocupada por un hombre, por Otra mujer, por un amigo, por un amante… A partir de ahí, se pueden inscribir todas las nuevas formas contemporáneas de «hacer familia». Lo que cuenta es que el «desear un hijo» de la madre no obstruya su deseo, y no le impida seguir deseando, en cuanto mujer, otra cosa que el hijo.

Lacan toma la referencia al falo como símbolo de esa falta. En cada caso clínico, es interesante preguntarse: ¿Cuál es la relación que sostiene la madre con ese elemento que falta? ¿Cuál es la relación al deseo en la madre? ¿Con qué madre, y por tanto con qué mujer, ha tratado el niño? El niño está marcado por el goce materno, por su manera singular de amar, por su manera de gozar y de desear. ¿De qué forma la madre se dirigió a él? ¿Qué lugar le dio ella, en su deseo? Preguntas que se desplegarán a lo largo del Congreso Pipol 10.

Traducción: Giuliana Casagrande
Revisión: Pilar Altinier

NOTAS

  1. Miller J.-A., «El niño, entre la mujer y la madre», Virtualia, no 13, junio-julio 2005, p. 2. Disponible en: www.revistavirtualia.com/articulos/562/virtualia-13/el-nino-entre-la-mujer-y-la-madre
  2. Ibid., p. 3.
  3. Ibid., p. 3.
  4. Ibid., p. 3, cf. Molière, El tartufo, acto 3, escena 3.
  5. Ibid., p. 3.
  6. Ibid., p. 3.

Artículo completo disponible en PIPOL 10 – 6° CONGRESO EUROPEO DE PSICOANÁLISIS
https://www.pipol10.eu/es/2021/04/14/que-es-una-madre-solenne-albert/