Clínica

Presencia del analista, ¿es su cuerpo? *

Por Ana Preiti

“Y cuanto más se vuelva común la presencia virtual, más preciosa será la presencia real” [1]

Lacan en el Seminario 11, escribe: “…Abordar las bases del psicoanálisis supone que introduzcamos cierta coherencia entre los conceptos principales que lo fundan…abordar el concepto de inconsciente-recordaran que no pude separarlo de la presencia del analista-. [2]

J.A. Miller en la presentación del tema del X congreso de la AMP de Rio de Janeiro 2016 anuncia: “…El psicoanálisis cambia, lo cual no es un deseo, es un hecho…” y agrega: “El psicoanálisis cambia, es un hecho. Cambio advertía Lacan maliciosamente, porque fue practicado en solitario por Freud y luego paso a practicarse en pareja. Pero ha conocido muchos otros cambios, cuya medida tomamos cuando leemos a Freud, incluso cuando leemos, releemos al primer Lacan. Cambia de hecho, a pesar de que nosotros nos aferramos a palabras y a esquemas antiguos…” [3]

Ahora bien, como íbamos a imaginar que de aquel cambio que J.A. Miller anunciaba en el año 2016: “…El psicoanálisis cambia…” el cambio se produciría por la irrupción de un virus que ha embestido a los habitantes del mundo introduciendo un cambio radical en los hábitos y costumbres, provocando que los cuerpos se vieran limitados en su movimiento y encuentro. El cambio se convirtió en un hecho forzado. Forzados a instrumentar un modo no inédito, pero si inusual en nuestra practica como analistas.

 “En este tiempo donde el encuentro de los cuerpos no es posible en este periodo de confinamiento en que la posibilidad de encuentro entre los cuerpos está casi reducida a cero, no solo porque está prohibida, sino también porque es imposible sin riesgo, un uso de los medios de comunicación a distancia parece estar indicado en ciertos casos, a condición de que tengamos una idea de lo que hacemos”. [4]

La pregunta que surge es: ¿Cómo se jugará para cada analizante las nuevas formas de la presencia del analista por estos medios electrónicos? Aún no tenemos respuesta a este interrogante, necesitaremos que transcurra tiempo, que la discontinuidad que atraviesa la vida cotidiana pueda, en algún momento volver a ser continuidad. Entonces, tal vez, podremos obtener algún saber acerca de los efectos de las intervenciones realizadas ya sea en las sesiones analíticas, en entrevistas preliminares, y también en consultas realizadas por primera vez.

Lo que sí se puede decir es que “Estas conversaciones, mediante medios electrónicos a distancia, son muy necesarias en este tiempo. Mantienen el vínculo, recuerdan que antes había un apretón de manos, que el cuerpo del analizante llegaba a la sesión para ser puesto en el guardarropa a fin de que el sujeto, despojado de la rutina de su realidad, pueda transformarse en la mayor medida posible en puro emisor de palabras” [5]

Estas sesiones virtuales permiten en ocasiones transferir en el analista un sueño, un lapsus, un acto fallido, una exacerbación de un síntoma, y al analista responder mediante una interpretación que dé sentido. Eso no impide que estas operaciones sean del orden de una “elucubración de saber sobre un real” [5].

Una vez admitido que lo real y el goce son los resultados de un encuentro entre el significante y el cuerpo hablante [6] es forzoso constatar que la presencia es indispensable para tocar este real. Como subraya Jacques-Alain Miller [7], si el cuerpo se deposita sobre el diván para ser puesto entre paréntesis y ausentarse en tanto que imagen, es precisamente esta ausencia correlacionada con el principio de abstinencia que hace presente el real de la no relación sexual.

Las preguntas que surgen entonces ¿para que un acontecimiento de cuerpo sea posible y la interpretación pueda extraer un trozo de goce del sintoma con un efecto en lo real del cuerpo, este debe estar presente? ¿El goce en tanto que fijado al cuerpo puede ser extraído en su ausencia?

Eric Laurent nos dice: “…Puedo decir ahora que la presencia del analista va más allá del cuerpo del analista, pero no sin él” [8]

 

La presencia del cuerpo del analista

La presencia del analista convoca el objeto (a) que está en juego en la causación del sujeto, con el cual está articulado el fantasma del analizante, poniendo así un límite a la indeterminación subjetiva, al blablablá del significante, para mostrar su determinación por el goce.

Lacan dirá que el analista se hace semblantedeobjeto(a)porque éste sólo se puede captar bajo la forma de la presencia corpórea del analista – es así que estaría en cuestión que la materialización de la pulsión no se puede obtener con un análisis realizado por teléfono, por Skype u otros medios electrónicos. El cuerpo del analista está en juego en la medida en que está atravesado por los significantes del analizante. “El analista no tiene forma, es el fantasma del paciente el que se la da y le otorga un sabor. La disciplina del analista es quizás aprender a ser sin sabor propio, de manera que el paciente pueda experimentar los sabores de su vida paladeando al analista. Lo soso podría ser entonces el ideal del analista”. Esto es lo que llamamos el analista-objeto (a). [9]

 

El psicoanálisis es sin estándares, pero con principios

La presencia de los cuerpos del analizante y del analista en la sesión analítica es considerada como uno de esos principios, Primer Principio “El psicoanálisis es una práctica de la palabra. Los dos participantes son el analista y el analizante, reunidos en presencia en la misma sesión psicoanalítica…” (10). El planteo que surge entonces seria: ¿Si nos adherimos sin falla a nuestros principios los transformamos en estándares?

En este tiempo de confinamiento en el que el encuentro de los cuerpos es casi imposible, el uso de los medios de comunicación electrónicos, parece estar indicado a condición de que tengamos una idea de lo que hacemos. [11].

Eric Laurent propone “Servirse de Skype para prescindir de él”. [12]. Vale decir que el uso de los medios de comunicación electrónicos, propios de nuestro tiempo, los podemos considerar como un medio del cual en algún momento podamos prescindir de él. A condición de que la presencia sea posible cuando la peste sea erradicada de nuestras vidas.

En todo lo virtual insiste una presencia real que también se articula con el cuerpo y sus afectos de una manera que va mucho más allá de lo que se puede ver en la pantalla, retomaremos sin duda los análisis en presencia lo más pronto que se pueda, pero por el momento tratamos de mantener nuestras preguntas sobre la presencia a través de todos los dispositivos posibles. [13].

En este texto intenté destacar la importancia de recordar la presencia del analista, pero sin querer hacer equivaler este recordatorio a la cosa misma. Las incidencias son aquí clínicas, pero también políticas. Se trata fundamentalmente de recordar que el psicoanálisis no sea olvidado. [14]

(*) Artículo publicado en la revista ENLACES – PSICOANÁLISIS Y CULTURA N° 27

NOTAS

  1. Fuente: https://nelguayaquil.org/2020/04/13/entrevista-a-jacques-alain-miller-y-cuanto-mas-se-vuelva-comun-la-presencia-virtual-mas-preciosa-sera-la-presencia-real/
  2. Lacan. J. Seminario 11, Cap. X, pág.131.Ed, Paidós. 1984. Bs.As.
  3. Miller, J.-A., “Un real para el siglo XXI. Presentación del tema del XI Congreso de la AMP”, Scilicet. Un real para el siglo XXI, Buenos Aires, Grama, 2014, pág.22. pag.28.
  4. “Recordar el psicoanálisis” por Gil Caroz. Texto publicado en el Hebdoblog nº 198, ECF, 5 de abril 2020. Traducido del francés por Margarita Álvarez.
  5. Miller, J.-A., “Un real para el siglo XXI. Presentación del tema del XI Congreso de la AMP”, Scilicet. Un real para el siglo XXI,Buenos Aires, Grama, 2014, pág.22. pag.28.
  6. Miller, J.-A., “El inconsciente y el cuerpo hablante”, óp. cit., pág. 27.
  7. Miller, J.-A., “Le divan. XXI siècle. Demain la mondialisation des ivans ¿Vers le corps portable”, entrevista Libération, 3 juillet 1999, disponible en Internet.
  8. Eric Laurent, en el “Seminario Internacional de Otoño de la ELP”. “La presencia del analista”. Conferencia virtual, 2021.
  9. J.-A. Miller, Introducción a la clínica lacaniana, RBA, Barcelona, 2004, p. 339.
  10. Cf. “La práctica lacaniana del psicoanálisis: sin estándares pero no sin principios”, IV Congreso de la AMP en Comandatuba, 2004, inédito.
  11. “Recordar el psicoanálisis” por Gil Caroz. Texto publicado en el Hebdoblog nº 198, ECF, 5 de abril 2020. Traducido del francés por Margarita Álvarez.
  12. Laurent, É., “Jouir d’internet”, entrevista, La Cause du désirnº 97, novembre de 2017.
  13. Eric Laurent, en el “Seminario Internacional de Otoño de la ELP”. “La presencia del analista”. Conferencia virtual, 2021.
  14. “Recordar el psicoanálisis” por Gil Caroz. Texto publicado en el Hebdoblog nº 198, ECF, 5 de abril 2020. Traducido del francés por Margarita Álvarez.