Clínica

No-todo

Por Adriana Rubinstein

En sus fórmulas de la sexuación[1], Lacan introduce dos lógicas de funcionamiento diferentes del parlêtre respecto de la función fálica. El no-todo, es la lógica que rige del lado femenino, mientras que del lado masculino rige la lógica del todo y la excepción. Cada ser parlante puede situarse en uno u otro lado de las fórmulas, quedando ambos ubicados en la función fálica, pero de modos diferentes.

Del lado hombre, rige el universal ¹x …x, todos los hombres están afectados por la castración. Pero hay una excepción µx†x, existe uno para quien ella no rige. En la elaboración de Lacan, lejos de contradecir el universal, la excepción, como existente, funda el universal al mismo tiempo que lo limita. Es justamente por extraer algo del conjunto que el todo se arma y se constituye un conjunto cerrado. La lógica masculina es entonces una lógica de la incompletud. Es lo que dio lugar a pensar en las mujeres como castradas, en falta.

Del lado mujer, Lacan revierte la desvalorización de la mujer freudiana afectada por la incompletud, y la ubica en relación a la función fálica de un modo diferente, en una duplicidad. No está por fuera de la función fálica, pero no está toda en ella[2]. Sobre el universal hay una barra, »x…x. No se trata de "ninguna" sino de un "no toda"[3]. Esta afirmación es correlativa de eliminar la excepción, x †x, no existe ninguna que no. No hay nada que funcione como límite. Las consecuencias de esto se plasman en una lógica no-todo que se caracteriza por lo ilimitado, es abierta, no forma clase. La mujer no existe como universal, solo puede hablarse de una por una.

Las fórmulas de la sexuación dan cuenta del exilio de los sexos y de lo imposible de escribir la relación sexual en tanto la sexualidad humana está afectada por la función fálica. Se trata de un real que ordena la clínica en la última enseñanza de Lacan.
Si no puede escribirse la relación sexual, los encuentros que se producen entre hombres y mujeres son siempre sintomáticos. Nuestra clínica consiste en ubicar los diferentes modos en que a pesar del exilio, síntomas y semblantes velan y suplen la relación sexual que no hay. Y hay dos modalidades de hacerlo "Hay la manera a lo macho de darle vueltas, y luego la otra:…cómo se elabora eso a lo hembra. Se elabora con el no-todo"[4].

En el piso de abajo de las fórmulas Lacan menciona las condiciones de goce estructurales de cada sexo sobre las cuáles podrá constituirse el partenaire-síntoma de cada sujeto, modos sintomáticos en que se goza del partenaire haciendo de él un síntoma[5].

¿Cómo inciden las lógicas del todo y del no- todo en la modalidad sintomática de cada uno de los sexos?
Lo típico de la elección masculina es buscar el objeto a de su fantasma, objeto fetiche, en el cuerpo del Otro, aun cuando pueden encontrarse variaciones en las cuales hace del falo, su partenaire.

Del lado femenino en cambio, encontramos la duplicidad que la caracteriza. Por un lado, cada mujer puede relacionarse con el falo bajo la forma del semblante fálico del ser o del tener.

También puede ofrecerse como partenaire-síntoma de un hombre haciéndose semblante del objeto a de su fantasma, ofreciéndose como causa, pero asegurándose de quedar no-toda como objeto. Pero Lacan ubica del lado del no-todo Otro goce, enigmático, "del cual quizás nada sabe ella misma a no ser que lo siente"[6], suplementario respecto del goce fálico, un goce que la hace no-toda, que tiene como partenaire al S(%), vertiente que Miller llama erotomaníaca, articulada con el amor y la palabra[7]. Lo ilimitado del no-todo, puede bordear en algunos casos la locura.

Una mujer puede ser llevada fuera de sí, sin medida fálica. La pareja-síntoma de la mujer puede tornarse estrago, como retorno de una demanda de amor ilimitada. En otros casos lo ilimitado del no-todo puede dar lugar a la intensidad de los celos femeninos articulados a "la exigencia que muestra la mujer...de que el hombre sea todo de ella"[8]. También puede conectar con las figuras más feroces del superyó femenino[9].

¿Cómo actuar en el análisis con lo ilimitado del goce femenino? En su excelente comentario de "El Atolondradicho"[10], Laurent retoma la invitación de Lacan a que "los dichos del superyó femenino sean refutados, inconsistidos, indemostrados, indecididos"[11] y así producir un desplazamiento que permita acceder a las vías del decir. Se trata de hacer aparecer la dimensión del S(%). A la exigencia femenina de un goce no fálico responder que "no hay Otro del Otro", enviando a la verdadera lógica de la posición femenina que es denunciar los semblantes que sostienen la consistencia del Otro.

¿Qué consecuencias tiene entonces para la experiencia analítica la lógica del no-todo? Reconocer el Otro goce y sus diferencias, no implica conducir a las mujeres a la locura ni hacer del Otro goce un ideal a lograr. Tampoco implica la feminización del analista. Pero en cambio algo del no-todo lo atraviesa si se piensa al analista como semblante de objeto a, articulando un saber en el lugar de la verdad, un saber no-todo. Del fin de análisis se espera también una relación con el S(%)que articule un límite a lo ilimitado por la vía del agujero y no de la medida fálica. Eso implica ubicar el modo sinthomático del goce de cada uno como funcionamiento, uno por uno, más allá del ideal y de su lógica unificante. Pero no es sin el falo, tampoco sin semblantes. Lo real sólo se bordea por las vías del semblante y la verdad no puede decirse toda. Cada pase será también, entonces del orden del no-todo[12].

NOTAS

  1. Lacan, J.: El Seminario, Libro 20, Aún, Buenos Aires, Paidós, 1981.
  2. Ibíd., pág. 90.
  3. Lacan, J.: El Seminario 19 …ou pire, inédito, clase del 8/12/1971.
  4. Ibíd. 1, pág. 72.
  5. Miller, J.-A.: El partenaire síntoma, Buenos Aires, Paidós, 2008, pág. 231.
  6. Ibíd. 1, pág. 90.
  7. Miller, J. –A.: El hueso de un análisis, Buenos Aires, Tres Haches, 1998.
  8. Lacan, J.: El Seminario 21, Los no incautos yerran, inédito, clase 15 del 11/6/74.
  9. Laurent, E.: Posiciones femeninas del ser, Buenos Aires, Tres Haches,1999, pág. 95.
  10. Lacan, J.: "El atolondradicho", en Revista Escansión Nº 1, Buenos Aires, Paidós, 1984.
  11. Ibíd. 9, pág. 108.
  12. Miller, J. –A.: Presentación del tema del VII Congreso de la AMP, Internet, página web de la AMP.

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