Entrevistas

La tendencia a erradicar el psicoanálisis

Por Iara Bianchi

"En la actualidad hay una batalla que se debe librar por el hecho de que hay una tendencia progresiva, mayor en ciertos países que en otros, a la erradicación del psicoanálisis…"

En la actualidad hay toda una batalla que se debe liberar por el hecho de que hay una tendencia progresiva, mayor en ciertos países que en otros, a la erradicación del psicoanálisis. No con el psicoanálisis en sí mismo, sino la erradicación de cualquier método de trabajo con lo que es el sufrimiento humano, el sufrimiento psíquico, que supuestamente no responda a lo que se entiende como “método científico”. Cosa que además es verdad, el psicoanálisis no responde a la idea tradicional de lo que es un método científico.

Antes la ciencia estaba interesada en todos los fenómenos pero que no implicaba la cuestión de la competitividad. Es decir, a ningún científico se le habría ocurrido preguntarse a qué responde, por ejemplo, la vida amorosa; eso era un campo no tratado por la ciencia y, por lo tanto, los territorios estaban más o menos divididos por una frontera invisible pero que funcionaba: el psicoanálisis tenía su campo de trabajo de estudio y su objeto particular, la ciencia otro.

Pero desde hace aproximadamente cuarenta años hay todo un paradigma que cambia y tiene que ver con un entrecruzamiento entre el paradigma social, el paradigma político, la manera en que la ciencia está implicada en ese cambio, por el cual la felicidad se convierte en una cuestión política y por lo tanto la ciencia se tiene que empezar a ocupar de la felicidad; que no es solamente algo que concierne, por ejemplo, a lo biológico, que es un terreno efectivamente de la medicina, de la biología, de la ciencia en el sentido clásico del término, sino que ya comienza a ser un objeto de interés para la ciencia otros aspectos de lo que nosotros entendemos por la subjetividad y que la ciencia pretende entender desde el punto de vista o bien genético o bien neurológico, físico-químico.

Comprender lo que el psicoanálisis dedicó años… Tratar de comprender la vida amorosa, la conducta de los seres humanos, las peculiaridades que los seres humanos tienen en lo que es la vida sexual, todo eso alrededor del cual el psicoanálisis construyó una teoría muy consistente y un método de trabajo y tratamiento y de intervención clínica.

Hoy en día hay una tendencia a eliminar todo eso y asimilar todo aquello a lo que el psicoanálisis se dedica a cuestiones estrictamente asumibles por métodos científicos. Voy a poner un ejemplo para que quede bien claro, hay un título que un colega francés muy conocido, Eric Laurent, ha elegido para un libro que se llama La batalla del autismo, porque en Francia hay un ataque tremendo, que ahora se está empezando a extender a otros países incluyendo, por ejemplo, España, donde las asociaciones de padres han planteado la exigencia de que el psicoanálisis sea prohibido como método de tratamiento del autismo.

¿El argumento cuál ha sido? Que el autismo, por una parte, tendría una causa, a pesar de que no ha sido demostrada desde el punto de vista científico no hay ninguna evidencia de que haya una causa biológica, genética, para el autismo. No obstante, las asociaciones de padres, que son muy poderosas en Europa, como supongo que quizás lo sean aquí también y en Estados Unidos, han rechazado la idea de que el psicoanálisis les atribuye, al atribuir una causalidad presumiblemente psíquica al autismo…. De alguna manera se responsabiliza o se culpabiliza a los padres por la enfermedad o el trastorno autista o todo lo que es el gran trastorno de lo que se llama el Síndrome de Asperger.

Entonces, por ejemplo en Francia, el sistema de salud francés efectivamente ha prohibido que los niños –que son atendidos dentro de lo que es la cobertura del sistema nacional de salud francés– puedan ser atendidos por psicoanalistas. Entonces ahí hay una gran batalla que de momento, por ejemplo, está muy focalizada en ese terreno pero es el principio de un mundo que empieza a cambiar y donde entre la reeducación cognitiva conductual y la farmacología se pretende abordar… hoy el tema es el autismo, también va a ser… No ha habido una batalla en torno a la cuestión de la psicosis aún.

Sin desconocer que la psicosis, la farmacología, la neurofarmacología o la psicofarmacología han sido una bendición para todo lo que es el campo de la psicosis. Dentro de lo que es el ejercicio y la práctica psicoanalítica en campo de la psicosis, por supuesto que la medicación es un instrumento insustituible para nosotros. Pero es verdad que ha habido una medicalización de la psicosis.

En Estados Unidos el consumo de psicofármacos y de medicación psiquiátrica en los últimos veinte años ha aumentado de forma exponencial a tal punto que la propia administración Obama, debido a asesores un poco más inteligentes que los anteriores, han alertado sobre el hecho de que la población americana está altamente psiquiatrizada. Entonces hay ahora todo un movimiento de retorno a la importancia que tiene »el dedicar» a los pacientes, tratarlos desde el punto de vista de la psicoterapia.

No se especifica la »psicoterapia psicoanalítica» pero de alguna manera está implícito que efectivamente escuchar a los pacientes, hacerlos hablar sobre su historia, entender el contexto de sus síntomas, que todo eso tiene una importancia tanto o mayor que la medicación… Entonces hay un intento de reducir la medicalización de la gente. Podríamos decir que la batalla es esa, es una tensión, una lucha que hay entre el psicoanálisis tratando de seguir subsistiendo en un mundo que es cada vez más hostil, que ahora además cuenta con un enemigo muy poderoso que antes no teníamos, que son los gobiernos.

Los Estados, antes no se preocupaban, no intervenían en el debate sobre el psicoanálisis. Lo nuevo es el hecho de que efectivamente los gobiernos ahora tienen una injerencia que no se limita solamente a la clásica y tradicional discusión –ya en la época de Freud–, si los médicos son los únicos autorizados o no al ejercicio del psicoanálisis. Eso es una antigua batalla que ha ido cambiando, los psicólogos también se han podido incorporar al ejercicio del psicoanálisis y a partir de ese momento hubo unos años de cierto armisticio, donde mientras hubiera médicos y psicólogos ejerciendo psicoanálisis a nivel de lo público.

Los Estados tampoco se metían mucho en el tema y tampoco se metían con el ejercicio privado de psicoanálisis. Ahora los Estados empiezan a interesarse con toda la intención promovida por las empresas farmacológicas en movimiento colectivo conductor en saber no quiénes pueden ejercer la práctica psicoanalítica sino en qué consiste exactamente esta práctica.